La educación emocional es un proceso mediante el cual se pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales. En Innova Schools, entendemos que forma parte de un aprendizaje integral, aprende más sobre por qué es beneficial para tus hijos
La educación emocional es un proceso continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento del desarrollo cognitivo. De esta forma ambas partes componen lo que será un desarrollo integral.
Las habilidades que se adquieren a través de la educación emocional capacitan al niño para afrontar mejor los retos de la vida cotidiana. Al estar consciente de sus emociones, tendrá herramientas para gestionarlas de manera sana y superar los problemas.
Se entiende que esta educación mejora el bienestar personal, pues potencia el desarrollo de la autoestima y autonomía. También es positivo para el bienestar social porque una sociedad con personas emocionalmente conscientes será más amable.
Al recibir una buena educación emocional, los niños desarrollan competencias como: el autocontrol, la empatía, manejar la frustración y el auto-conocimiento. Así, cultivan las habilidades sociales que le permitirán al niño relacionarse en positivo con el entorno.
Entonces, un niño que es educado emocionalmente tiene la libertad de conocerse a sí mismo en el contexto de un sano relacionamiento. Así, puede desarrollar su personalidad, nutriendo su confianza, empatía, sinceridad y espontaneidad.
De esta forma, el niño crecerá para ser emocionalmente seguro. Esto conlleva una gran ventaja para su futuro, porque podrá superar las dificultades, establecer vínculos saludables y favorecerse de una buena interacción interpersonal.
Debido a que la educación emocional es transversal en todas las áreas de la vida, educar emocionalmente a un niño pasa por varios contextos. A continuación, te contamos cómo funciona la educación emocional en cada uno de ellos.
La familia es el principal agente de este tipo de educación para los niños, pues formarán su relación con las emociones desde que nacen. Por eso es muy importante que se estimule el desarrollo de inteligencia emocional desde el hogar.
Lo primero que deben hacer los padres como modelos de sus hijos es comprender sus propias emociones. También es muy positivo que los padres verbalicen esos sentimientos para ampliar el vocabulario emocional de los niños desde que son pequeños.
Es imprescindible que los padres ayuden a sus hijos a detectar cómo se sienten para poder enfocarse en la causa del sentimiento. En este proceso es importante destacar que tanto las emociones positivas como negativas son igual de válidas y tienen su espacio
Actualmente se ha dado valor a las capacidades blandas y se ha descubierto que hay tipos de inteligencia más allá del lógico-matemático. En consecuencia, la escuela deja de ser un transmisor de conocimiento específico para incluir cosas más aplicables en el día a día.
La educación emocional es uno de los aspectos a los que se ha dado espacio en el aula. La forma más sencilla de incluirla es de forma transversal a los temas curriculares, pero para ello hace falta más para lograr un buen desarrollo de esta inteligencia.
Tal objetivo se puede lograr con actividades como: una mesa de diálogo, la evaluación entre iguales y el teatro espontáneo. Con la inclusión de actividades así se logra una buena educación para los niños, lo cual les dará una ventaja competitiva para su futuro.
Un niño emocionalmente educado tiene un mejor relacionamiento interpersonal. Esto significa que podrá aprovechar al máximo todas las enseñanzas que se derivan de participar exitosamente en la sociedad.
Para lograr esto se debe alcanzar un equilibrio de la confianza para que no tema enfrentarse a situaciones sociales y tenga respeto a los límites. De esta forma, su hijo será confiado en sí mismo, pero respetuoso y considerado por los demás.
Esta educación que los niños reciben de sus familias y la escuela impacta en su bienestar personal y, por tanto, en el bienestar social. Es decir que con este tipo de educación se puede construir una sociedad mejor.
La educación emocional es el proceso en el cual se estimulan las competencias emocionales. Estas son importantes en el desarrollo de la personalidad, porque garantizan la seguridad emocional y cualidades que favorecen un buen relacionamiento interpersonal.
En esencia, esta educación funciona para: conocer las emociones propias y ajenas, regular los sentimientos, resistir la frustración y automotivarse. Por eso, hay que considerar que ella atraviesa los contextos familiares, escolares y sociales.
Para educar emocionalmente al niño en la familia, los padres deben guiar a los niños en su gestión de emociones, Por su parte, la escuela puede promulgar esta educación a través de actividades. De esta forma, los niños alcanzarán un mejor desenvolvimiento social.
En Innova Schools sabemos cuán importante es proveer a los niños con habilidades que vayan más allá del currículo para enriquecer su futuro. Por eso, incluimos la educación emocional como parte de las herramientas para un desarrollo integral.
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