El aprendizaje interactivo es una forma de enseñanza basada en generar proactividad en los estudiantes a través de actividades prácticas, debates, preguntas abiertas, etc.
En Innova Schools utilizamos esta forma de enseñar porque sabemos la importancia de potenciar la motivación por aprender, el pensamiento crítico y la resolución de problemas en nuestros alumnos. Conoce más sobre esta innovadora forma de enseñar y sus ventajas.
La faceta que lo caracteriza es que los alumnos mantienen un papel activo en su aprendizaje. Esta dinámica se logra a través de actividades que fomentan la cooperación entre compañeros.
Los estudiantes deciden cuál es la mejor forma de resolver el problema; por tanto, están más involucrados con lo que están aprendiendo y se recibe feedback tanto del profesor como del resto de la clase.
Puesto que los alumnos tienen un papel protagónico en el aprendizaje interactivo, el maestro pasa a ser un guía en el aula, alguien quien estimula la curiosidad y genera un diálogo constante en la clase.
El maestro debe ser innovador y dinámico mientras navega el proceso curricular. Además, dado que el aprendizaje interactivo es una forma de enseñanza integral, el docente tiene la posibilidad de estimular todos los estilos de aprendizaje.
Para ello debe poner en juego competencias más allá de la oratoria de sus lecciones, como por ejemplo la empatía y la creatividad de sus alumnos. Así se logra despertar el interés, que constituye la base para que los estudiantes sean proactivos al aprender.
Los colegios cuya filosofía educativa incluye el aprendizaje interactivo potencian el desarrollo integral de la personalidad de los niños. Esto los hace muy cotizados en la actualidad. Veamos algunas ventajas que brinda esta modalidad de aprendizaje.
Al aprender a través de actividades prácticas y grupales, los alumnos interactúan entre ellos de forma que se genera el debate de ideas y la colaboración. Se incrementa así la participación en clase, pues el estudiante está interesado y comprometido con su aprendizaje.
Por otra parte, el enfoque holístico de la enseñanza permite atender a estudiantes con todo tipo de necesidades educativas.
El ambiente de la clase interactiva es flexible y los estudiantes eligen la forma de enfrentar los problemas o asignaciones planteadas. Por ejemplo, unos niños deciden el ensayo como la forma de resolver el planteamiento, mientras que otros optan por presentaciones o videos.
De esta forma se enseña a adaptarse a diferentes situaciones y a moldear las fortalezas de cada uno para poder sortearlas. Además, se aprende a trabajar en equipo, lo cual es una herramienta en un mundo con ambientes laborales cada vez más colaborativos.
La independencia de los estudiantes también fomenta el pensamiento crítico. Esta habilidad es fundamental: un alumno que puede enfrentar una pregunta abierta con imaginación y lógica está nutriendo su capacidad de análisis y resolución de problemas.
Al darle espacio a los estudiantes para que participen de forma activa en el aula, ellos perciben que forman parte de la resolución de problemas, se sienten escuchados y que su voz importa.
En este sentido, el aprendizaje interactivo también estimula la toma de decisiones responsables y el autoconocimiento.
La forma interactiva de dar las lecciones promueve la retención del conocimiento. El alumno se compenetra con su aprendizaje y comprende cómo conectar lo aprendido con su día a día. Por esto podrá memorizar de manera efectiva lo que le enseñan.
El contenido escolar no se limita a la repetición de lo aprendido en las evaluaciones, sino que crea una base sólida de aptitudes y conocimiento sobre la cual se cimentará el resto de su educación.
Además, se prepara a los estudiantes para el mundo por fuera del ambiente escolar, ya que se enseñan las aplicaciones de los contenidos de las materias en el diario vivir.
El aprendizaje interactivo es un modelo de enseñanza integral, dinámico e innovador en el cual el estudiante tiene un papel activo y el maestro es un facilitador del conocimiento.
La mejor cualidad de este modelo es que provee habilidades útiles, tales como el trabajo colaborativo, la toma de decisiones y el pensamiento crítico.
La proactividad del aprendizaje interactivo hace que el estudiante se relacione con su educación desde un punto de vista diferente. El alumno es dueño de su conocimiento, y se favorecen aspectos como la memorización, la capacidad de adaptación y la participación en el aula.
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